¿Es sostenible la IA?

Hablar de la IA está de moda, porque la IA se ha convertido en un elemento más de nuestro día a día. Es así y no podemos negarlo.

Es por esto que las redes sociales se han llenado de cientos de post dando consejos sobre como utilizar la IA, las diferentes aplicaciones, para que son útiles y para qué no, etc.

Pero, de lo que se habla poco es de si la IA es sostenible, ahora que estamos de pleno inmersos en una crisis climática y energética.

¡Ojo!, que no me refiero al papel que puede desempeñar la IA en favor de la sostenibilidad, que para esto si hay argumentos, tales como:

La Inteligencia Artificial (IA) es la aliada que el desarrollo sostenible necesita para diseñar, ejecutar, consultar y planificar mejor el futuro de nuestro planeta y su sostenibilidad. Una tecnología como la IA nos ayudará a construir de manera más eficiente, a utilizar los recursos de forma sostenible y a reducir y gestionar mejor los residuos que generamos, entre otras muchas cosas.

Según un estudio publicado en Nature, la IA puede facilitar el cumplimiento del 79 % de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)…

La aplicación de la Inteligencia Artificial a la movilidad urbana permite predecir atascos y ofrecer rutas alternativas. En sharing (la movilidad compartida), esta tecnología predice la demanda de vehículos por zonas y horas…

La IA también puede ayudar a potenciar la eficiencia de las energías renovables…(ver La Alianza entre Inteligencia artificial y desarrollo sostenible)

Me refiero a si la IA es sostenible en si misma.

Porque está ahí, en nuestro día a día. La usamos, pero no la vemos y no somos conscientes de sus implicaciones a nivel ambiental.

De hecho, no existen mediciones exactas de cuánta energía consume cada año a nivel global. Un consumo que, además, aumenta año a año. Hay estimaciones, como las de la Universidad de Massachusetts, que señalan que «entrenar a un solo modelo de IA tiene unas emisiones parecidas a las de cinco coches en toda su vida útil».

O, por ejemplo, el tan de moda ChatGPT, que lleva acumuladas muchas horas de cómputo en ordenadores y las estimaciones sobre un modelo anterior de servicio hablan de consumos equivalentes a los de 136 casas danesas en un año.

Le pregunto al propio ChatGPT por su impacto ambiental y esto es lo que responde:

Es cierto que se está trabajando, o hay intención, en mejorar la eficiencia en cuanto a consumos energéticos en IA. Se habla de los «algoritmos verdes» y de que en un futuro próximo empiece a haber leyes y reglamentos sobre la IA en los que también se contemple el consumo energético.

El Gobierno de España parece haber dado un primer paso para mejorar esta eficiencia energética, a través del Plan Nacional de Algoritmos Verdes. Con este plan, se quiere impulsar «una inteligencia artificial respetuosa con el medioambiente y que aporte soluciones inteligentes a los desafíos ecológicos». Veremos hasta donde llega…

Quizás, por ahora, a nivel usuarios deberíamos centrarnos en lo que podemos hacer nosotros para reducir el impacto al hacer uso de la IA, tal como el propio ChatGPT menciona.

Le vuelvo a preguntar sobre esto:

De las medidas que propone, quiero centrarme en la primera por ser la más específica respecto al uso de la IA. El resto son más comunes al uso de dispositivos como ordenadores, tablets, teléfonos móviles y servicios en la nube.

Nos habla de usar de forma eficiente su capacidad. Evitar el uso excesivo e innecesario.

Y creo que este es un punto importante en el que centrarnos porque, la verdad, no nos damos cuenta de si lo hacemos.

De ahí la importancia de saber cómo usar y cómo no la IA, en qué nos puede ayudar una u otra aplicación, sus límites e inconvenientes. Así, podemos hacer un uso eficiente, con sentido común y más sostenible.

Para ayudarte con esto, en lo que respeta al uso de la IA para copywriting y redacción digital, te voy a recomendar que veas esta clase de Patricio Fernández, «La IA que no se nota», donde explica de forma clara y sencilla cómo utilizar la IA para las fases de documentación, creación y edición de un texto, y sus limitaciones.

Unos primeros pasos que te servirán para hacer un mejor uso de esta herramienta, de la que estamos todos aprendiendo a gestionar.

Si necesitas que redacten por ti contenidos eficientes y sostenibles, pues hablemos.

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